El reloj marrón grande del
comedor de la abuela marca las 12:10, le cambió la pila hace una semana y se
paró ahí. Era un hermoso día de sol veníamos del cementerio, el abuelo entró al crematorio a las 12:10.
Lo vi por última vez en la cama
del hospital el 18 de Marzo. Me despedí de él después de un pésimo parte médico.
Llevé la camiseta del club de mi barrio, del que él había sido fundador a su velorio.
Se la puse en los pies del cajón junto a la de River y un mazo de cartas de
truco, 18 era el número de la camiseta, la vi al día siguiente antes del
partido que Chapa jugaba con Círculo.
Los días de frío en los que no
quiero nacer pienso que mi abuelo, incluso en el cielo, se preocupó porque supiéramos
que llegó.
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